La gran potencia del rock mantuvo al público enardecido en el Teatro Caupolicán

 

Una velada un tanto fría fue la que recibió una vez más al mítico Zakk Wylde y compañía en nuestro país, quienes claramente se encargaron de derretir el hielo con su más puro y potente rock que los caracteriza, más aún mostrándonos su más reciente placa, ‘Grimmest Hits’, lanzada en el pasado 2018.

 

Para esta jornada además, la agrupación fue acompañada por los nacionales de Saken quienes dieron el inicio a la jornada que estaba por enloquecer a los fans.

 

Viernes 12 de abril de 2019
Teatro Caupolicán, Santiago

Saken

A eso de las 19:55 horas, y a tan solo cinco minutos antes de la hora fijada, aparecen en el escenario los chicos de Saken, quienes partirían la rockera jornada con una leve introducción que rápidamente obtuvo los primeros aplausos del público para así llevarnos a su primera melodía ‘Fear of Death’ y luego ‘Zyclon B’, ambas pertenecientes al reciente EP titulado ‘SKN c1-90’.

 

Muchas más energía notamos en canciones como ‘Mejor no Hablar (de Ciertas Cosas)’, cover realizado a los argentinos de Sumo, y que fue bien ejecutado por los músicos. Seguía ‘Fuck & Roll’, ‘XFF’, ’13 (Man in Black)’ y ‘KO (Hate Song)’ que son parte de su placa ‘Dense and Thick’ de 2015, en donde Álvaro Font (guitarra), Carlos Quezada (voz), André Bravo (batería) y Francisco Cruzat (bajo), se lucían en sus correspondientes instrumentos.

 

Ya finalizando se interpreta ‘Corazones Rojos’, que como bien sabemos, es original de Los Prisioneros. Una versión mucho más pesada pero sin perder el ritmo en su coro, hizo que las personas que estaban en el recinto cantaran con energía, lo que llevó también a cabeceos y los últimos aplausos para el cuarteto.

 

Black Label Society

Si bien el show de Black Label Society debía partir a las 21:00 horas, hubieron varios minutos de retraso, pero esto es perdonable, ya que desde los costados veíamos cómo todo el equipo detrás, estaba arreglando hasta el más último detalle para que la presentación saliera perfecta, y así ocurrió. El puntapié se dio con la caída del telón que estaba frente al público junto a varias máquinas de humo que estallaron y dieron paso inmediato a ‘Genocide Junkies’ y ‘Funeral Bell’ las que fueron cantadas con mucha energía por parte de los asistentes. En ‘Suffering Overdue’ ya se entonaban los «eh, eh, eh», y en ‘Bleed for Me’ se escuchan los vitoreos a Zakk tras saludar al público chileno, incluso, presenciamos un sonoro solo de bajo por parte de John DeServio que llegó a las más profundas emociones.

 

‘Heart of Darkness’ continuó el listado y todos se hacían presentes con sus cantos desde el principio, e incluso vemos como una persona del equipo de Zakk, sube al escenario con un megáfono para acompañar los coros de ‘Suicide Messiah’. Luego, ‘Trampled Down Below’ y ‘All that once Shined’ fueran las encargadas de dar pequeño descanso para los fieles, aunque a los pocos minutos, Wylde decide hacer un juego con el público de lado a lado para ver quiénes gritaban más fuerte.

 

La potencia sigue con ‘Room of Nightmares’ y ‘Bridge to Cross’, donde el mar de gente no titubeaba en cantar, saltar y cabecear. Para ‘Spoke in the Wheel’, Zakk cambia su guitarra por el piano, demostrándonos sus habilidades. Un hermoso homenaje ocurrió en ‘In this River’ donde pusieron dos pendones, uno con la imagen de Vinnie Paul, y el otro con la de Dimebag Darrell, quedándose con los fuertes aplausos y silbidos de ovación por esto.

 

Se entona ‘The Blessed Hellride’ y los clásicos «olé, olé, olé» a todo pulmón, para así sumar ‘A Love Unreal’ con una inmensa energía que hacía vibrar el recinto de calle San Diego. Tal era la fiesta que en ‘Fire it Up’ se arrojan desde el escenario, unas pelotas inflables negras hacia el público formando además un pequeño mosh que luego se detuvo para apreciar el gran solo de guitarra por parte de Zakk Wylde quien interactuó con el público entre las esquinas del escenario, para así rematar con el cantante tocando la guitarra con sus dientes y que se escuchó increíble y sin fallas.

 

Ya para concluir resuena ‘Concrete Jungle’ donde una vez más los fieles cantaban sin parar, hecho que se repitió en ‘Stillborn’. Sin dudas fue un show bastante completo y bien desarrollado, lleno de detalles para emocionar a cada uno de los presentes. De esos conciertos que los fanáticos guardarán por varios días en su memoria y corazón.

 

Texto: Andrèe Sepúlveda
Fotografías: Mauricio Villarroel