Una emocionante y grandiosa despedida fue la que entregaron los italianos más queridos en Chile
Expectativas, ansias y nerviosismo era lo que todos sentíamos ante la llegada de una de las bandas más icónicas de power metal sinfónico. Rhapsody preparaba con antelación un expectacular show de gira mundial para la celebración de los 20 años de carrera, además de despedir lo que fue y seguirá siendo una de las bandas más queridas del género. Quienes también, fueron acompañados por los nacionales de Halekin.
Viernes 5 de mayo de 2017
Teatro Caupolicán, Santiago Centro.
Halekin
El show partía con los nacionales de Halekin, quienes se presentaban por primera vez en un gran escenario como el Caupolicán y además abrir para una banda internacional, comenzando con ‘The Price of Heaven’.
Aunque esta noticia se supo a pocas horas antes del show, las personas se vieron cómodas y acogieron de forma positiva lo que fue ‘Voyage’, ‘Corrupted’ y para terminar con ‘Madness’, parte del primer disco titulado ‘Circus Dream’ y que además fue vuelto material audiovisual; variados aplausos se llevó la banda, que demostraban estar más que satisfechos con lo acontecido en estos minutos frente al público.
Rhapsody
Pasada las 21:00 horas hacen su ingreso los legendarios de Rhapsody, con la intro ‘Epicus Furor’ van tomando sus lugares correspondientes y parten rápidamente esta memorable jornada con ‘Emerald Sword’, aunque con algunos problemas de saturación en el sonido, los fans de todas formas comenzaron a saltar y a gritar por lo que se estaba comenzando a vivir a teatro lleno con este tremendo clásico de los italianos, que también envolvió y emocionó hasta las lágrimas a los fieles con ‘Wisdom of the Kings’.
Las voces retumbaron de principio a fin en el local de calle San Diego con ‘Eternal Glory’ y ‘Beyond the Gates of Infinity’. Para ‘Knightrider of the Doom’ otra de las míticas perteneciente a otro gran disco como ‘Power of the Dragonflame’, vemos una espada de juguete inflable entre la masa, lo que nos hacía regocijar entre la esencia de los músicos y el canteo de los coros. Tras los agradecimientos del italiano vocalsita, llega el momento de descansar un poco con ‘Wings of Destiny’ siendo tocada en vivo y en tour por primera vez. Ya recobrando las energías, escuchamos ‘The Dark Tower of Abyss’ y ‘Riding the Wings of Eternity’, provocando un pequeño pero no desmerecido pit entre los asistentes.
El éxtasis parecía no querer terminar, de esta forma prosigue ‘Symphony of Enchanted Lands’, coreada por muchos y alzando sus brazos al son de la melodía, en medio de esta llega la siempre bien ponderada bandera chilena en el escenario, la que Fabio Lione toma y coloca en sus hombros para concluir con los cánticos: «Rhapsody, Rhapsody».
El espacio para Alex Holzwarth era el preciso para deleitarnos con un solo de batería que realmente relució sus tambores. La lista continúa con ‘Lands of Immortals’ del primerísimo disco de los italianos, ‘Legendary Tales’; y ‘The Wizard’s Last Rhymes’ donde la gente se unificó para formar una sola marea cantante y proceder con el solo del gran Patrice Guers quien entregó toda su destreza en las cuerdas del bajo. Luego, Lione tomaba el micrófono para conversar un rato con nosotros, interactuar y cantar un extracto de la ópera ‘Nessun Dorma’ y así seguir el juego con las personas dentro del recinto quienes alabaron al cantante con los infalibles «olé, olé».
No podía faltar otra de las clásicas de la banda que además escuchamos el pasado año con Luca Turilli’s Rhapsody, ‘Dawn of Victory’, pero esta vez y como es debido, con Fabio al mando quien con su talentosa voz remeció cada uno de nuestros sentidos. Una primera escena del show finalizaba viendo a los artistas retirarse por unos segundos para descansar y así retornar con ‘Rain of a Thousand Flames’, una potencia notoria e increíble fue revelada por parte de ambos bandos del lugar.
Parecía que nos mudamos a la Italia misma cuando ‘Lamento Eroico’ fue interpretada por los músicos y como ya estamos acostumbrados, una vez más el cantante fervorizó a la fanaticada con su entonación. Finalizaba la jornada con otra reconocida, ‘Holy Thunderforce’, viviendo el tercer pit de este anochecer de viernes redondeando con el outro ‘In Tenebris’.
Un adiós que si bien entristece, también enorgullece a cada uno de los fans por haber seguido a esta gran e histórica banda por 20 años, pero que sin dudas, deja en claro que las emocionantes y pegadizas melodías de Lione, Turilli, Holzwarth, Guers y Leurquin, seguirán resonando en nuestras mentes, dispositivos electrónicos, y por qué no decirlo, en nuestro corazón, una y otra vez.
Texto: Andrèe Sepúlveda
Fotografía: Mauricio Villarroel