Una potente y cruda velada se llevó a cabo en el local de calle Alameda

 

La última ceremonia de Spider Inferno Fest, sin dudas debía cerrar con broche de oro, donde al fin la espera acababa para los fanáticos de Unleashed, siendo el plato fuerte de la jornada, y así también lo fue para los seguidores de Carach Angren, quienes se vieron en compañía de Abysmal Dawn, Despondent Chants y los nacionales de Soulburner.

 

Viernes 7 de diciembre de 2018
Blondie, Santiago

Soulburner

De manera puntual se desarrollaba la ceremonia que abría los fuegos junto al enérgico sonido de Soulburner, quienes nos deleitaron con melodías como ‘The Otherside of Reality’, ‘The Fear Illusion’ y ‘Deadly Sin’, marcadas por la potencia y la gran calidad vocal de René Fuentes.

 

Los headbangings se hacían cada vez más visibles en ‘Seals of Iniquity’, ‘Sentenced from Beyond’ y ‘Morbid Pervertions’ que se unían a la destreza musical de los penquistas Claudio Contreras en bajo, Sebastián Silva en batería, Gustavo Carrera e Ignacio Albarrán en guitarras, luciéndose en sus respectivos instrumentos para así terminar su presentación con ‘Bloodshow’, recorriendo así sus cuatro discos, entre ellos, ‘Flames of an Endless Disease’ de 2013 y ‘Self Deceiver’ que fue lanzado en 2017.

 

Despondent Chants

A las 18:40 horas se posicionan en el escenario los peruanos de Despondent Chants quienes deleitaron al público chileno con sus envolventes melodías ‘An Olden Sea of Preyers’ y ‘Atonement’ que hacía que disfrutaramos de este particular doom death metal.

 

Las personas llegaban hasta Blondie con más y más entusiasmo, algo que se va notando y apreciamos como cada vez iban descubriendo los profundos sonidos de ‘Lama Sabachtani’ y ‘Forgotten Roses on my Grave’, mostrándonos sus placas ‘Silence Lingers on my Grave’ de 2015 y ‘The Eyes of Winter’ estrenado este año.

 

Abysmal Dawn

Era el turno de los oriundos de California, Abysmal Dawn para tomarse la tarima con lo mejor de su trayectoria musical, la potencia y brutalidad se marcó desde el minuto 1 de su presentación donde encantaban a la masa que aumenta cada vez más con canciones como ‘Inanimate’ y ‘Perfecting Slavery’ que hacía empuñar las manos de los fieles para levantarlas al son de las melodías.

 

Entre gritos y los clásicos «eh, eh, eh» se desarrollaba ‘Human Obsolescence’ que además destacaba la potente voz de Charles Elliott. Estos hechos se repetían tras cada canción interpretada que también iban dando paso para ‘Grotesque Modern Art’ y ‘My own Saviour’, concluyendo y derivarando al «chi, chi, chi» por parte de Elliott y que culminó con el tremendo coro del público con la frase que ya todos sabemos y que encendía más los ánimos del evento.

 

Carach Angren

Llegaba el debut de los holandeses de Carach Angren, quienes no titubearon en demostrar de qué están hechos, y luego de su corta intro dieron paso a la fantasmal ‘Charlie’ y ‘The Carriage Wheel Murder’ donde varios gritos y cabeceos eran visibles. Pasando así a ‘General Nightmare’ y ‘Blood Queen’ donde Seregor, el vocalista, se acerca con una sonrisa macabra al maniquí de Jane Doe para actuar la degollación de ésta y así ir botando la «sangre» que luego sería lamida por Seregor y escupida a sus fieles.

 

‘Spectral Infantry Battalions’ prosiguió la lista junto a ‘In de Naam van de Duivel’, aquí fue donde hubo un problema con el micrófono que tuvo enmudecido al cantante por casi toda la interpretación pero sin dejar su postura en escena, y que luego retomó la voz en los últimos minutos, y de esta forma seguir con ‘The Funerary Dirge of a Violinist’, una sinfónica y tétrica melodía que encantaba a las personas. Otras de las que se enlistaron fueron ‘Bitte Tötet Mich’ y ‘Pitch Black Box’ las que eran entonadas por los seguidores en conjunto de las manos en alto al golpeteo de la potente batería de Namtar y el resonante teclado de Ardek.

 

Ya finalizando, los encargados del horror en esta noche, dieron paso a ‘Lingering on an Imprint Haunting’ y ‘Bloodstains on the Captain’s Log’ destacándose con una gran puesta en escena por parte de Seregor y compañía, que encantó a más seguidores con su recorrido a sus cinco placas estudios que cada vez nos posee más de sus historias paranormales.

 

Unleashed

A las 21:40 horas la espera termina y era hora de que los tan esperados death metaleros de Unleashed pisaran el escenario del recinto el cual ya estaba lleno de fieles fanáticos que desde un principio cantaban al unísono, ‘Blood of Lies’ y ‘Dead Forever’, donde presenciamos los primeros mosh junto a los vitoreos que se sumaban a ‘Don’t Want to be Born’, ‘Lead us into War’ y ‘Black Horizon’, que también llevó a los headbangings.

 

La gran rudeza de Johnny junto a la rapidez en las baquetas de Anders, y las virtuosas cuerdas de Fredrik y Tomas se hacían presentes en ‘The Longships are Coming’, ‘They Came to Die’ y ‘Stand your Ground’ las cuales dejaban a un público efervescente y que entregaba su mayor goce tras cada melodía. Efecto que no paraba en ‘Hammer Battalion’, ‘The Dark One’ y ‘I Have Sworn Allegiance’, las cuales dejaba más que claro de que los seguidores estaban agradecidos de que al fin su banda favorita llegara, tras varios rumores anteriores, por fin a Chile.

 

El furor y la excelente puesta en escena proseguía para las canciones ‘The Hunt for White Christ’, ‘Execute them All’ e ‘Into Glory Ride’ donde vimos a Johnny lanzar cerveza al público y luego salir del escenario para descansar unos segundos y retomar con el encore junto a ‘Death Metal Victory’, que fue cantada en su totalidad por las personas asistentes y cerrar finalmente con ‘Before the Creation of Time’, un pasaje a toda la carrera musical de los suecos que dejó encantados a todos para así culminar con el cántico «olé, olé, olé, Unleashed», que dejó más que contentos a los integrantes.

 

El metal nuevamente se reunió en un solo lugar y enloqueció a cada persona que asistió a esta ceremonia que se vio dominada por el debut tanto de Unleashed como de Carach Angren, el enérgico regreso de Abysmal Dawn y Despondent Chants, junto a Soulburner que sin dudas también se robaron las miradas del show con un gran espectáculo y sin nada que envidiar de sus colegas.

 

Texto: Andrèe Sepúlveda
Fotografías: Mauricio Villarroel